Esta crisis sin precedentes hizo que todo lo que vemos y conocemos haya dado un giro de 180 grados. El mercado en general, el de propiedades, cómo se mueve y cómo nosotros reaccionamos ante lo que sucede tuvo que ser analizado desde el principio para entender esta nueva realidad, muy distinta a la que nos han contado históricamente.
En el pasado se decía que cuando se presentaba alguna crisis, típicamente, todo debía bajar de precio. Sin embargo, ahora, no está sucediendo así. Esta situación peculiar está tomando una modalidad completamente distinta. Esto tiene un porqué: el teletrabajo (trabajo a distancia o remoto).
Aunque lamentablemente muchísima gente se vio afectada por esta pandemia, desde perder a seres queridos hasta sus trabajos, hay muchas otras personas que sobrevivieron por la oportunidad de trabajar desde casa y la flexibilidad de sus labores.
El antes y el ahora de la búsqueda de propiedades
Antes, las personas anhelaban vivir en grandes -y costosas- ciudades como Nueva York, Miami, Filadelfia o Los Ángeles. Más que todo por las oportunidades laborales que allí existían.
Ahora, con la pandemia por coronavirus, muchos pensaron “ya no necesito llegar a mi trabajo ni estar en la oficina, porque tengo la oportunidad y flexibilidad de trabajar desde cualquier parte del mundo”.
La pregunta es: ¿Por qué gastar $3.000 en renta cuando puedo mudarme a una casa mucho más grande, con un jardín precioso para mi familia y gastar mucho menos?
Estos cambios se están presentando porque tenemos un factor externo que no había sido estudiado anteriormente.
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Entonces, ¿por qué las propiedades no están bajando de precio?
Como explicamos más arriba, las áreas de los suburbios, como Connecticut, están siendo consideradas porque hay más propiedades, casas más grandes y más lotes de tierra. Igualmente, están alejadas de la acción. Nos referimos a acción con movimiento, concentración de gente, protestas, etc., que es donde está el riesgo. Mientras más metropolitana sea considerada una zona, más altas son las probabilidades de infección.
Para evitar todo este lío, las personas empiezan a evaluar sus opciones. Opciones más tranquilas, donde el aire es más puro, donde los hijos -aún estando en cuarentena- puedan salir a divertirse en el jardín y jugar sin una mascarilla.
Al sumar todos estos factores, el resultado protagonista es la demanda. La demanda hace que los precios se mantengan igual o continúen aumentando.
En otras áreas ocurre lo contrario. Es el caso de Nueva York, Miami, Los Ángeles. Todas están bajando de precio.
Desde finales de marzo de 2020, fecha en que se declaró la pandemia mundialmente, hasta ahora -junio del mismo año- los precios de propiedades en Nueva York han bajado 10%.
Es importante aclarar que esto no es estándar. Esto se debe gracias al fenómeno del teletrabajo que hace que las cosas se muevan de una forma particular.
Asimismo, este cambio es muy prematuro aún. No se sabe cuánto tiempo más continuaremos así. Desconocemos si volveremos a las oficinas o a tener contacto cara a cara entre nosotros.
¿Qué están haciendo las compañías?
Las empresas están recurriendo a la tecnología y empezando a buscar propiedades que se encuentran en el mercado. Todo esto de forma virtual.
Compañías como estas lo que hicieron fue empezar a mercadear las propiedades que no estaban listas, porque la pandemia retrasó todo. No obstante, la demanda no acabó. Al contrario, empezó a incrementar las razones que recién mencionamos: La gente no quiere estar en las grandes ciudades por todo lo que está pasando y busca moverse a zonas más tranquilas.
El precio de las propiedades en cifras
En marzo de 2020, cuando se declaró la pandemia, las casas estaban siendo promocionadas por los $300.000. En junio del mismo año, el precio se mantuvo.
Aún así, en $300.000 las familias lo perciben como un incentivo porque están en descuento, ya que no están terminadas. Si estuvieran listas su costo sería mayor. Quizás unos $360.000 o $400.000.
De igual manera, las personas prefieren invertir en una casa nueva en la actualidad, porque si compras una casa donde antes había gente, las personas están temerosas que no se haya limpiado bien el lugar. En otras palabras, los individuos están evitando cualquier tipo de riesgo.
Todavía es buen tiempo para invertir. Solo hay que buscar maneras de adaptarse al entorno.
Los que buscan invertir en las grandes ciudades, ¡háganlo!, los precios están bajando. Hay una situación en donde las barreras de entrada están poco a poco disminuyendo y creando oportunidades para los nuevos inversionistas. Tenemos un artículo que podría ayudarte a saber cuál es el mejor momento para comprar una propiedad.
