La realidad es muy subjetiva. Lo que es el éxito para una persona puede no serlo para otra. Todos tenemos definiciones diferentes de lo que es el éxito, es por ello que un título universitario no te garantiza el éxito.
Cada persona define el éxito acorde a su mundo. Para unos pueden ser traer la comida a la mesa. Para otros podría ser sacar una maestría. Hay algunos que ven el éxito en conseguir el trabajo ansiado. Y están aquellos que ven el éxito como la posibilidad de poder mantener a su familia. Hay de todo y eso está bien. El mundo es mundo porque pensamos diferente.
En ese sentido, claro que la universidad es importante, pero un título universitario no te garantiza el éxito. La academia te da las herramientas básicas para que triunfes, pero no lo hace ella sola. Tú tienes que poner de tu parte. Poner esfuerzo y empeño en conseguir eso que tanto quieres. La universidad solo te ofrece un componente. Hay otros complementos importantísimos como los valores, la familia, la autoestima, el entorno y la vida misma. Todo esto determina el adulto de los 20 o 30 años.
Un título universitario no define quién eres
No creas que si vas a la universidad vas a salir extremadamente inteligente. Entras como adolescente y sales como una mujer u hombre de negocios. No es así. Uno no sale con los conocimientos que todo el mundo esperaría y un título universitario no te garantiza el éxito en la vida.
La universidad es ese espacio de prueba. Es un abreboca de la realidad que vas a vivir una vez salgas de ahí. Esta institución es una burbuja que disfrutas con tus amigos. Cuando sales a la vida, a la práctica, todo cambia.
El problema que sucede con mucha gente, y con la sociedad en general, es que nos han hecho creer que la vida se resuelve con un título universitario. Que una vez te gradúas te van a llover las ofertas, las oportunidades y el mundo se va a pelear por ti. La realidad no es esa.
Trabajas duro en la universidad y cuando recibes tu título tienes que trabajar aún más duro para hacerlo valer. La mejor forma de complementar los estudios universitarios es buscar manejar todo como si fuera un negocio.
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Un título universitario no te garantiza el éxito. Ni que escojas la carrera que escojas. Todo está en ti. Está en ti sacarle provecho a los estudios y destacarte por encima del resto. Las ganas de salir adelante y de hacer dinero con tu carrera depende, únicamente, de ti.
Un grave error: Nadie nos enseñó a tener la mentalidad de negocios.
Pongamos un ejemplo muy práctico, dos carreras totalmente opuestas: la contaduría, y la historia del arte. Para muchos, la primera representa un ingreso seguro, ya que suele ser una profesión con mucho campo, mientras que la segunda es más impredecible, y puede llegar a ser vista por muchos como una mala decisión.
Pues en esa ecuación, falta algo tan sencillo como: la metalidad de negocios.
Una joven puede estudiar Historia del Arte, por ejemplo, y hacer muchísimo dinero con esta carrera porque decide dedicarse al intercambio y compra y venta de cuadros. Ella tiene mentalidad de negocios. Toma esos conocimientos aprendidos en la universidad y los aplicó para hacer dinero.
Esta muchacha empieza a viajar por todo el mundo distribuyendo a museos y a gente millonaria capaz de pagar millones de dólares por un cuadro, y las comisiones van de 10% a 20%. Imagina la cantidad de dinero solo porque decidió estudiar arte. Ya ves, todo está en la mentalidad.
Lo mismo sucede con la contaduría, se puede sacar mucho provecho de los conocimientos que se obtienen en esa carrera. Todo el tema de los negocios es tan importante e interesante, y nadie nos lo enseña de manera correcta. Solo instruyen sobre conceptos pero no sobre la práctica en la vida real.
De igual manera, es sumamente necesario no decaer en el camino. Ni dejarse subestimar por nadie. No dejes de enviar los “resume” o curriculums vitae (CV). No dejes de intentarlo. No permitas que te digan “no puedes rentar esta casa. Es muy costosa”. Todo es posible.
La mentalidad de negocios aplicada a los bienes raíces
Todas las casas son rentables. Estén en Miami, Orlando, Los Ángeles, Nueva York, donde sea. Lo que hay que hacer es buscar, rebuscar. Si fuera fácil, todo el mundo lo haría.
Por ejemplo, analiza 80 o 40 casas y empieza a mandar ofertas de tu presupuesto. ¿Qué pasa si solo 10 personas consideran tu oferta? Es un negocio. Si aceptan la oferta y empiezas a mirar el resto, quizás te des cuenta que las otras tienen ciertos detalles que no funcionan y puede que una sola valga la pena.
Aquellos que no ven esto, que no ven el esfuerzo que toma ir a ver más de 200 casas para que solo te queden tres, o menos, se va a rendir y renunciará. Todo por no tener la mentalidad de negocios. A esa persona le faltó dedicación e impulso.
Tener mentalidad de empresario, inversionista o persona de negocios es importante. Se necesita creatividad para buscar alternativas y encontrar opciones para multiplicar efectivamente las cosas.
El hecho de tener un título universitario no te garantiza el éxito. No te asegura que lograrás todo, porque ese todo depende de ti. Lo mismo aplica para los bienes raíces. Puede que te eduques mucho y tengas contactos, pero esto no quiere decir que llegarás a la cima del negocio. Tienes que trabajar muy duro y hacer conexiones fuertes y estables.
Una recomendación para los universitarios
Si te encuentras en la universidad, trata de diversificar las conexiones que tienes. Busca clubs dentro de la institución o en páginas para conocer gente que tenga los mismos intereses que tú. Es el caso de MeetUp.
Pule tu mentalidad de negocios. Esto es importante y complementa muchísimo tus estudios.
Todo está en ti. No en el título universitario.
