Las deudas son un tema que genera muchísima controversia, la mayoría de las personas no sabe diferenciar las deudas buenas de las deudas malas y en este artículo explicaremos detalladamente en qué se diferencian y cuáles son aquellas deudas que más le convienen a tus finanzas.
Desde Novarise el propósito es educarte financieramente no solo para que aprendas a invertir en bienes raíces sino para que tomes decisiones responsables a la hora de endeudarte y cuales son esas deudas que mejor le convienen a tu bolsillo.
Existen dos extremos o dos clases de personas: los que le tienen pavor a las deudas y no tienen tarjetas de crédito, manejan solo dinero en efectivo y aquellos que se endeudan al extremo y tienen muchísimas tarjetas de crédito y préstamos bancarios. Los extremos siempre son malos y debe existir un balance entre ambos.
Las deudas malas
Se denominan así por el mal uso que le dan las personas, en especial a las tarjetas de crédito, las utilizan para comprar ropa de marca, zapatos, esa computadora de marca que muchos de nosotros queremos y no se dan cuenta que esas tarjetas generan intereses y se están creando una deuda que luego no podrán manejar.
Mucha gente tiende a utilizar las tarjetas de crédito, para darse ese salto desde la realidad donde están, a la otra, es decir, otro estilo de vida que no pueden costear. Por ende terminan siendo esclavos de esa deuda, no saben cómo salir de esa deuda porque no la supieron manejar bien desde un principio.
Sin embargo, desde la óptica correcta, las tarjetas de crédito pueden convertirse en aliadas de la economía familiar, es decir, deudas buenas.
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Cómo transformar los malos hábitos financieros en deudas buenas
A las tarjetas de crédito se les puede dar un giro y convertirlas en deudas buenas dependiendo del fin de uso, por ejemplo, si consiguen una propiedad donde invertir y necesitan dinero para el “down payment”, como se le conoce en Estados Unidos o dinero para la inicial como le dicen en muchos paises de latinoamerica, puedes usar la tarjeta de crédito para pagar esa inicial o “enganche”.
Digamos que utilizamos esa tarjeta de crédito como un enganche y el resto del 95% del precio de la propiedad, la utilizaremos para comprar a través de una hipoteca o un mortgage, que nos presta el banco en Estados Unidos. Esto convierte tu propiedad en una inversión.
Esa misma propiedad la puedes rentar y con el dinero de la renta, no solo podrás pagarle al banco la deuda de esa hipoteca, sino que tambien podras cubrir el gasto de la tarjeta de crédito que te permitio pagar la inicial de esa casa, esto lo convierte en lo que denominamos “deudas buenas”.
La idea de hacer que esto sea una buena inversión, de hacer que esta tarjeta de crédito se pase al lado de las deudas buenas, es utilizando una inversión o invirtiendo en algo que sea rentable, que te ayude a cubrir los gastos de estas dos deudas de una manera pasiva, de una manera que no te sientas obligado a tener que trabajar todos los días para poder pagar esto. La misma renta que está entrando de tus inquilinos, es lo que te va a ayudar a cubrir y empezar a minimizar, bajarle el porcentaje a la deuda que tienes, y por ende entra en la categoría de las deudas buenas.
Las deudas pueden ayudarte a expandirte – Deudas Buenas
Recuerden que ninguna compañía grande en el mundo ha logrado expandirse sin deudas. Facebook, Google, Amazon, todas esas compañías grandes se han expandido gracias a las deudas. Algunos dan acciones, algunos piden dinero prestado de un banco para seguir invirtiendo, por lo tanto no debes temer a endeudarte, siempre y cuando utilices el dinero de forma inteligente.
Es cuestión de educarse en el tema y simplemente ver cómo cambiar esa mente, cómo cambiar la manera de ver ciertas cosas, muchas personas cometen el error de endeudarse en bienes banales y luego no paran de trabajar buscando solventar esa deuda.
Muchas personas creen que tener una casa, comprar una casa para vivir es una inversión. En realidad no lo es, porque si se ponen a pensarlo, cuando compran una casa, prácticamente se vuelven esclavos de esa casa. Sí, ustedes viven ahí, está bajo su nombre pero se convierte en una deuda mala y así lo explica el propio Robert Kiyosaki, autor del libro “Padre rico, Padre pobre”.
¿Por qué es una deuda mala? Porque el día en que llegues a dejar de trabajar, no vas a poder pagar esa casa. En cambio, la persona que compró esa casa con el propósito de rentarla, puede dejar de trabajar si quiere, porque el mismo inquilino es quien está cubriendo la renta. Esa persona no tiene que sentirse preocupado o preocupada de que si pierde el trabajo mañana no van a poder con esta deuda, eso es algo que es pasivo.
En ocasiones surge la interrogante: “Si yo utilizo la tarjeta de crédito, ¿eso no me va a impactar a mí en la hipoteca o en otras cosas?” Todo eso va a depender de cómo ustedes se presentan ante el banco, como presentan su perfil financiero y eso es algo que hemos explorado en otros artículos en Novarise.
Recuerda que puedes emplear las deudas buenas de una forma que sea rentable para tus finanzas y multiplique tu dinero, en lugar de ahogarte en las deudas y depender de tu trabajo para pagarlas.
